sábado, 7 de abril de 2012

[Working Title]

Capitulo I

Con el vuelo del wyvern sonaron las trompetas, la gente se emociona en la plaza, es el inicio de un nuevo ciclo solar, los que se dedican a los calendarios y al clima les podrá interesar tales detalles como exactitud, pero el resto del pueblo llevaba festejando desde mucho antes, semanas de preparación para ser exacto, finalmente se daba comienzo al festival y se iniciaba la procesión de las orbes a cargo como es costumbre de la casta azul, los campesinos y trabajadores del reino quienes eran seguramente los que más disfrutaban el festival, pero entre aquella alegre muchedumbre se encontraba el joven Yabo, quien quizás no quería nada más que estar en su cuarto encerrado, no le interesaban la comida, la música ni los bailes, poco le interesaba últimamente, ni siquiera odiar, mucho menos olvidar, le sorprendía lo rápido que los demás lo habían hecho, incluso Shanti, ella en especial, no la había visto desde hace días, la ultima vez el no había sido exactamente amable con ella. Se lo había buscado pensó, En verdad no le importa, de seguro esta junto a los Martl tomando aguamiel detrás de alguna escalera. Al decir esto la envidio un poco, les tenían prohibido a los solteros tomar aguamiel, pero en el espíritu del festival las mayoría de las reglas se tendían a obviar, Shanti no necesitaba de ningún espíritu, tenia la capacidad innata de hacer lo que se le diera la gana sin importarle mucho las consecuencias, al final todo le salía bien del revés, cuando le preguntó como lo hacia ella lo miro con algo de sorpresa, extrañada como si estuviese respondiendo a una pregunta con respuesta evidente, riéndose a manera de amistosa burla se limito a decir “Todo esta en tu cabeza, no hay manera que siempre me salga con la mía”. No importaba, nada le importaba esa era el truco. Yabo debía hacer lo mismo, no valía la pena anhelar su compañía en estos momentos, ella lo prometió el pensamiento lo torturaba, la quería y la había alejado de él, todo lo que existía entre ellos dos murió aquella vez.

-No tienes por qué estar acá. Le dijo un hombre a su izquierda, habían caminado juntos todo el tiempo pero hasta ahora recordaba que esta ahí.

-Es mi deber. Respondio Yabo – Mi padre no hubiese querido que me quedara llorando mientras el gremio se quedaba sin representante, soy su heredero y esta es mi labor.

-No serias el primer Cheff que se pierde una procesión, la gente entenderá, vete.

A ti no te importaría. Pensó- Luego, primero debo cumplir con las ofrendas y dar el discurso de las nuevas cosechas. Se dio cuenta que era mas frio que su tio, al punto de lo inexpresivo.

- Mi hermano hubiese hecho lo mismo, no hay duda que eres su hijo, pero si en verdad quieres aprovechar tu tiempo deja las formalidades para los Jih’qui y ve a casa a mirar los números, es importante en esta época no gastar demasiada comida ni perder semillas, en esta época el sol es abundante pero las lluvias escasean, asegúrate que los canales no estén bloqueados y todos tengan su ración de frio.

Tenía razón, su tio no había sido un azul desde sus 11 años, cuando le llega la edad a los nacidos con la sombra de una estrella de abandonar a sus familias e ir a la fortaleza en el sur a empezar su entrenamiento en las artes y ciencias de los miembros de la logia, igualmente conocía el campo, sus necesidades y sus labores Todo miembro debe de volver a casa a prestar su servicio al gremio de sus padres por eso debe aprender igualmente sus necesidades, sus abuelos habían nacido bajo la estrella azul, al igual que su padre y su madre y el después de ellos, su tio había sido el único de los Varshova que se había nacido bajo otra tarea. Su tío usaba una capa negra negra con bandas blancas, la capa cubría su pecho y la mitad de su abdomen, junto con su cuello y una capucha que cubría su dos dedos mas allá de su frente, el negro era profundo y brillante, con dos bandas blancas paralelas en los hombros y en los broches del cuello. Bajo el sol parecía agobiado, pero solemne, su tio le había explicado que las capas negras calentaban o refrescaban según la situación, absorbían olores y fluidos, y mostraban la naturaleza real de las cosas. Había sido su único apoyo desde aquel incidente, y lo conocía muy bien, sabia que para él era mas cómodo esconderse entre la multitud que afrontar su dolor en la privacidad.

Al ver que permanece callado, su tío insiste – Se que es difícil, pero este no es tu lugar ahora, dicen que no afrontar las perdidas es lo que atrae, fue suficiente con una tragedia, debes salir a vivir. Ve, Ser más.

- Vivir mejor…- Respondió al saludo, y sin decir más abandono la multitud. Mientras partía se le ocurrió pasar a pagar sus respetos a la tumba de su padre, estaba en el camino, además si lo que decía su tio Ganthlet era cierto, entonces debía hacerlo. El camino desde el centro de la ciudad a la comarca era muy largo para ir a pie, pero las celebraciones durarían días así que no había caso en quedar demorar un rato caminando, eso le ayudaría a pensar.

El camino estaba barrido, al medio día el sol quemaba fuerte, a Yabo no le importaba, le gustaba la sensación sobre su piel, como se relajaba y sudaba, como brillaba, le gustaba como el color cobre de su piel hacia juego con los tatuajes azules de su casta, en su piel estaba su orgullo, otras castas llevaban insignias y adornos, los azules llevaban las marcas en su piel, en sus manos grandes, endurecidas y lisas, su padre le había enseñado que todo lo que nace y muere deja la marca de su vida sobre la tierra, por muy pequeña que fuera, esta era la piel del mundo, por debajo de ella se encontraban sus pulmones, su corazón y su alma. Los azules dejaban las marcas de su trabajo en ella, la tatuaban, la quemaban y la cortaban, trabajaban sobres sus cicatrices, las marcas en su piel simbolizaban cada trabajo que había aprendido, tuvo su primera los 6 años, cuando como azul se es bienvenido a la comunidad, en la espalda, fue el mas grande de todos, tenia el patrón de su gremio y de su familia, la mano que trabaja la tierra y la cara del dios de la vida dejando caer sus bendiciones sobre esta desde el cielo, mientras a su extremo contrario el dios de la muerte se entrelaza con este, manteniendo el equilibrio entre ambos, juntos y siendo el mismo, trasformandose con naturalidad en un contunio, como el flujo de agua. En su nuca otro tatuaje, el único de otro color, los Ouroburos rojos de la familia Varshova, una casa rica a pesar que desde tiempos ancentrales han sido azules, su padre le dijo que a través de la generaciones los Varshova han labrado la tierra con tal dedicación, esmero y malicia que han sido los legendarios Cheffs al servicio del gremio y del reino, tanto que no servían a ningún señor, eran amos de su propia tierra, incluso otras aglomeraciones de azules se hacían bajo su servicio, trabajaban sus tierras a las afuera de La Hacienda cambio de protección, dinero y representación publica, aquí era también donde los azules venían a aprender su arte, para algunos padres de familias rojas y verdes esto podía ser una tragedia, sus hijos venían a La Hacienda con la misma idea, pronto aprendía la gratificación de su trabajo, aprendían no solo a sembrar, arar y cosechar, a trabajar y criar las bestias a cazar y pescar, a manejar la irrigación, aprendían de números, incluso sabían de sequias y de las ciencias de la vida y de la tierra, usualmente reservadas para los miembros de la Logia Negra de la Luna Nueva, aprendían el valor del trabajo de una persona, a compartir y a vivir con lo necesario. Su padre la había enseñado esto y más, estaba marcado en su piel, corría por su cuerpo, y últimamente, retumbaba en su mente y contaminaba su sueño de pesadillas.

A frente suyo se encontró con el bosque de Yörn, los arboles azules de un kilometro de alto y una base circular de cincuenta metros, mas viejos como los dinastías del reino y los gremios, le comentaron que seria imposible que se sostuvieran, o que algo creciese debajo de su dosel, sin embargo ahí estaban erguidos y con esa hermosa vegatación entre sus sobresalientes y gigantescas raíces y troncos, donde se decían que vivían muchos animales, wyverns, ahuítzotles y otros animales, algunos tan impresionantes como los Behemoths, incluso se rumoraba que antigua bestias malditas de capacidades míticas habitaban el bosque, de esas que se le cuentan en las historias a los niños, pero cuyo rumor también asusta a los adultos, Yabo era un Azul y un Varshova, nunca le tuvo miedo al bosque, era un hogar para el, podía pasar días enteros sin nada mas que un arco y algunas provisiones de agua. No, Yabo no le temía al bosque, pero sí a una tumba en una colina bajo la sombra de un joven árbol de Yörn, no debía medir mas de 3 metros y sus ramas eran largas y angostas, dando ese característico fruto azul y rebosante de sus flores rojas, mientras que en esta edad sus hojas aun son verdes, le tomara siglos crecer y se tornaran azules. Debía pasar algunas colinas con pastizales por fuera del camino para llegar, así que dejo sus herramientas a un lado del camino y camino unos cuantos metros hasta la tumba. Ahí estaba lo que quedaba de su padre, separados por algunos cuantos metros de lo que alguna vez los unió a todos, la tierra y sumado a esta una placa tallada en piedra blanca, con el emblema familiar y el escudo tribal linar de la casta, esta vez invertido, el dios de la muerte colocado hacia arriba miraba sin piedad pero sin odio, apático a los deseos humanos, pero dando una bienvenida a todos, y por debajo del dios de la vida escrito: Gantú Varshova noningentésimo- nonagésimo-noveno Cheff del gremio azul y señor del bosqué Yörn y las región de Yanubia, maestro de La Hacienda Majayura, al servicio del gran Brahm y de su reino. Palabras que recordaban la labor de su padre, en el fondo a Yabo lo llenaba de orgullo, la tumba era nueva y no habían crecido flores a su alrededor, igualmente parecía aplacible, en el fondo sintió orgullo y anhelo por su padre, por su labor, y luego leyó la línea de abajo, las línea que explicaba porque las palabras de su gremio y sus logros no estaban escritos adjuntos a lo anterior: Muerto en el frio de la luces, su gran vergüenza. La causa de muerte había condenado la memoria de su padre, como había hecho la de tantos tantas veces atrás, Yabo se sentía como imbécil por pensar que las Junas nunca tocarían a su familia, llego con la idea la rabia, llego con ella el desarraigo y el dolor, y Yabo al fin cedió la llanto.

Sintió una mano sobre su hombro. Tomo tiempo para voltear a mirar, de todas manera ya sabia quien era, cuando puedo tomar aire y secarse los ojos alzó la mirada, vio una silueta oscura grácil y amable, de espaldas a la luz con el sol a la cabeza, de pelo largo castaño, y el signo rojo de los Hayruth grabado en el medio de su frente, como una lagrima de sangre, incrustada con el escudo de su gremio, un leviatán esmeralda con sus fauces abiertas, insignia de los verdes, el gremio de los comerciantes, banqueros y prestamistas, también de los apostadores y estafadores.

-Te estaba esperando, creí que no me hablarías desde ese día, así que espere aquí. Shanti vestía con las joyas típicas de su familia, perforadas en su orejas, su nariz y su ombligo, encadenadas por una sutil cadena de oro debajo de sus prendas, una vez le había explicado que simbolizaban la relación de amo-dueño que tienen los verdes con sus bienes, Nadie es verdad dueño de nada Solían repetir, a pesar de esta espiritual enseñanza, los verdes siempre intentarían sacar la mayor ganancia de cualquier cosa, y se les vio regalando algo. No había manera de discutir con ellos, si les decías tacaños ellos te responderían que sencillamente no se le puede otorgar a quien no se lo merece. Shanti opinaba que todo en este mundo era limitado, incluso lo que podía proveer la tierra, y que solo la cantidad concreta de alguna cosa o incluso actividad traería la felicidad en el momento adecuado a las personas, en este momento Yabo carecía de comprensión y Shanti estaba dispuesta a dársela, pero tomaría algo de él, nunca entendió que podía ofrecerle a Shanti, no podrían estar juntos, no podrían siquiera estar juntos tomados de las manos en publico, las relaciones amorosas entre castas estaban prohibidas y castigadas por las Junas y el tormento eterno.

- Si vienes a disculparte es muy tarde.

-No vengo a disculparme, vengo a acompañar a un amigo.

-No soy tu amigo, no soy nada tuyo, no más.

-Eso podría herir a cualquier otra persona, pero poco me interesa si me odias o no, tengo que recolectar lo que me debes.

-¿Y eso es exactamente?

-Tu compañía, la disfruto. En este momento no tanto, podría estar en la ciudad diviertiendome con los Martl, pero esto me hace más feliz.

-¿Verme llorar y en vergüenza?

-Acompañar a mi amigo, sí es egoísta, me hace sentir una mejor persona; pero no lo hago por deber, lo hago porque quiero, porque te quiero.

Eso fue todo para Yabo, no era bueno manejando ese lado de Shanti, no era bueno manejando a Shanti, nunca lo fue, ella en cambio parecía tener todo tipo de control sobre el, cuando menos se lo esperaba decía algo tierno y cariñoso, poco profundo, pero joder que tan anhelado y deseado tanto escasos como inoportunos, Shanti economizaba también en el amor, y lo hacia muy bien. De todas maneras Yabo no la beso, que era seguramente lo que ella esperaba, se limito a tomar su mano y apretarla, la jalo haciendo un gesto para que se sentara a su lado.

-Actué como un tonto, no debí haberte tratado así, fue irracional, debí haber sabido cuales eran tus responsabilidades…

-No fue tu culpa tu padre acababa de morir y el mio te estaba cobrando de antemano por el ataúd. El padre de Shanti era un gran proveedor de todo tipo de bienes, desde semillas de lys hasta la entrada a los campos Eliseos. Le vendía bienes e insumos a su padre, igual que los trabajos de otros gremios, solían beber hidromiel y pasar la noche en La Hacienda con su familia. Ahí conoció a Shanti, a sus 5 años antes de que ambos hicieran sus votos al gremio, el recuerdo era muy vago para ser preciso, pero puede decir con certeza que fue el mejor de día de su vida, desde entonces veía a Shanti tres veces al año durante algunas semanas. Estuvieron juntos el día del juramento, y cuando su madre murió, su padre incluso le dio permiso para que viajara a Tholorro Esmeralda, la ciudadela mercantil de los verdes para pagar los respetos a la madre de Shanti. Pasaron los años, quince tal vez, y ahora ella estaba ahí con el en la tumba de un padre que no merece un sepelio.

-Tu padre tenía razón de actuar así, mi padre murió maldito.

-Nadie sabe porque aparecen las Junas, pero mi padre y el tuyo eran cercanos, no entiendo que lo llevo a actuar así, si debo pedir disculpas fue por su comportamiento.

-No importa ya, estas aquí, gracias.

Pasaron un largo momento en silencio observando la sombra de las hojas y el cantar de las aves, cuando Shanti no se contuvo más y volvió a hablar.

-¿no te has preguntado de donde vienen?

-¿Las aves?

-¡Las Junas! Son terribles, existen desde siempre y es como si te conocieran de toda la vida, de la nada un día vienen por ti y mueres.

-Los rojos dicen que son castigos, por nuestros pecados, si incumples alguna de las cinco prohibiciones vendrán por ti.

-Eso no es cierto, he visto a gente del otro lado del mar comer carne de sus muertos y nunca se han aparecido aves negras o han enloquecido mientras su ojos se vuelven blancos y luego negros. Tu tío dice que son una enfermedad, que hay algo que las atrae y que ignoramos, que es el resultado de una tristeza excesiva.

-Las enfermedades y la tristeza también son castigos por nuestra vida pecaminosa

-¡¿quieres parar ya?! Tu padre es inocente.

-¿Quieres saber como son? Tal vez si las vieras entenderías de que hablo, son grandes, del tamaño de una persona, llegan y se van como el humo, no puedes tocarlas, pero están ahí con mas tangible que cualquier otra cosa que has visto, emiten un ruido que no es de este mundo y a su paso dejan un trazo, una marca de su paso que desvanece al instante, sus ojos son blancos, mas bien como luces, intensas y brillantes, tanto que siegan ¿has visto tanta luz que no puedes ver ¿ Nunca has visto nada tan blanco ni tan brillante que e deja ciego? No te engañes son hermosas, pero nada mas da mas miedo, su cuerpo es negro profundo, como el vacío de la noche aunque mas oscuro que las sombras, en ellas no se refleja la luz, todo es una misma imagen de color negro que aparenta unas alas y un pico, sonriente y una luz blanca intensa en el medio del pecho que continua a los ojos. Las malditas sonríen Shanti, y lo que dicen, te conocen mejor que nadie, iluminan las partes mas oscuras de ti, que pretendías ignorar, mientras ves a tu ser querido enloquecer en pánico, dolor y llanto, delirando hasta una muerte que desfigura su cuerpo y lo deja marcado, a la vista de todos, y luego simplemente se van, ya no están ahí. ¿Qué quieres comprender de eso Shanti? No hay que ser un erudito para entender lo que es el dolor.

Shanti permaneció en silencio, Yabo lloró un poco. Luego siguió.

- Como si no fuera suficiente todos me dicen que esta maldito, como si no lo supiera, lo que esa cosa nos dijo sobre el, sobre su vida, lo que había hecho, te hace creer que si lo merecía, pero mi padre era una buena persona, como todas, y merecía un entierro adecuado, a la manera azul, junto a nuestros ancestros.

- Lo entiendo. Shanti no le gustaba la tradición, era una verde en su actitud, rápida y afilada para hablar, no solo sus labios, sus ojos y manos y el resto de su cuerpo hablaba con tal espontaneidad, era normal escucharla hablar sin pudor ni arrepentimiento en contra de la tradición y los rojos, a muchos le molestaba, Yabo sabia que en fondo él también quería apoyarla, decirle a todos que tenia razón y no estaba sola, que la amaba y que romperían la ley de los gremios. Yabo acababa de decir abiertamente que quería enterrar a su padre de la manera tradicional, esperaba hacerla enojar pero en cambio la encontró comprensiva.

- Nadie puede impedírtelo, ese Guido, el rojo de tu casa, ¿no podría hacerlo?

- No sin que medio reino se de cuenta, nuestros funerales son… ruidosos.

Un ruido que nunca había escuchado antes en su vida trono en los aires, como una tormenta.

-Va a llover. Dijo Shanti. Yoren era un azul, sabia cuando venia una tormenta desde mucho antes.

-No esto es otra cosa.

-¿Dragones, de Asshar?

-No lo creo, muy cuadrados, pocas alas.

De dentro el medio de las nubes, dos piedras gigantes se asomaron, parecían barcos, barcos fortalezas, bajando desde el cielo.

Capitulo II

Megan McTrillian tuvo un tiempo para tomarse un café, el comedor estaba en el nivel principal a estribor, se podía comprar de todo ahí si se tenía el dinero. Pidió uno como lo suele pedir, doble y largo sin azúcar ni crema, igual nunca se lo terminaba, era para la migraña. El hecho que un ser como ella, migrañosa, asmática y atópica estuviera en la embarcación con mayor fuerza militar de la migración le daba gracia, su familia se encontraba aún en las demás naves, en la Queen Star y en la Maiden, Mientras en el surcaba los cielos en la mas grande y mejor dotada de artillería pesada e infantería de las naves Wolfgang esta junto a Aracnide y Bruno’s Fantasy habian abandonado la orbita de las Morgianas y se dirigían a la Selena, nombrada por la luna de Gea, el planeta madre, su especie llevaba tantos milenios vagando por el espacio que habían olvidado donde se encontraba inicialmente, así como gran parte de su historia, solo pocas cosas permanecían, entre ellas una película de monos azules siendo invadidos por humanos que buscaban explotar los recursos naturales de su planeta.

-No es nada parecido a esto. Le dijo Marcus cuando ella se lo menciono. Nosotros buscamos un nuevo hogar, uno con agua potable, una temperatura adecuada y buena presión atmosférica, si tiene eso podemos hacer crecer nuestra comida ahí.

-Podríamos vivir en el espacio.

-No es natural, en tu cuerpo todo grita que quiere tierra firme, tus ojos quieren ver el horizonte, sentirte libre, además con la materia prima y los alimentos, y lo que seamos capaces de construir que encontremos ahí seremos tan fuertes y estables que la federación no soñara nunca más en atacarnos.

-Somos invasores de todas maneras, esta es su tierra.

-La merecemos, solo vamos a compartirla.

-¿Y si se rehúsan?

-Entonces negociaremos, todos los métodos necesarios, a merecemos, nuestros niños especialmente, esto es por ellos, No quiero que crezcan de la misma manera que yo, que todos nosotros, sin nación, sin identidad.

-Por eso venimos con las armas primero.

-Por eso estas en esta nave Megan, tu misión es evitar una confrontación armada, es muy poco lo que sabemos de este planeta y sus habitantes, hay más de una especie inteligente, y sus habitantes son notablemente…mágicos, García opina que hemos llegado a la tierra de los cuentos de hadas.

-Tengo muchos doctorados, ninguno en cuentos de hadas, son seres vivos como cualquier otro, mi deber es entender que podrían querer de nosotros y ofrecérselos a cambio de un territorio autónomo, eso puede tomar tiempo, ¿es tu unidad lo suficientemente paciente Admiral Günn?

-Los demás altos mandos no son tan pacientes ni eruditos como para compartir su amor por la novedoso, están más preocupados por como distribuir tropas y armamentos y proveerlos de lo necesario…

-En caso de una invasión. Interrumpió Megan

-¡En caso de una confrontación! Joder Megan somos profesionales, no disfrutamos matar a la gente es nuestro trabajo, no lo hacemos porque queramos ser héroes, lo hacemos porque asi se nos ha ordenado, porque creemos que es lo correcto, no olvides que ellos también tienen fuerzas armadas y son libres de usarlas.

Megan decidió no discutir mas ese día. A esa hora en el cuarto de operaciones después de una reunión de los altos mandos. A pesar que ellos repetían lo escasos que estaban de hombres y provisiones, para ella seguía siendo una guerra entre los seres armados de las estrellas contra seres que se asemejaban mucho a los elfos, altos y delgados, al parecer algunos habían vivido por siglos enteros, no muy diferentes a los humanos si no fuera por sus orejas puntiagudas, y sí, eran por así decirlos “atractivos” Hombres con músculos adecuadamente hipertrofiados desde niños (debería decir “crías” y “machos” para referirse a ellos) y las hembras voluptuosas y curvilíneas, casa uno de ellos con el exacto contenido adiposo. Lo sorprendente en ellos no era su similitud con nosotros o el hecho que vivieran tanto tiempo, ni siquiera el hecho tenían los mismos fototipos de piel que los demás, lo había visto antes, lo sorprendente es que no había un patrón identificable en su cultura, o por lo menos no lo que había podido observar desde arriba, parecían tan diversos, le despertaba curiosidad. Al fin estaba por llegar, tal vez esta vez encontrarían un hogar, durante su infancia había escapado junto a otros cuatro millones de personas en esa flota, había nacido en un planeta de la Federación, del cual no recuerda nada, ni siquiera su nombre, sus padres habían apoyado la revolución y habían pagado el precio de la derrota, obligados a exiliarse y vivir escapando, nómadas refugiados, explotando lo poco que encontraban a su paso, buscando una tierra prometida y sumergidos en miedo, al poco tiempo hubo una emboscada de la federación que destruyo mas de la mitad de la flota y acabo con la vida de sus padres, de los cuatrocientos millones solo sobrevivieron cuatro millones, nunca supo los detalles o la razón de como logro salir con vida, pero creció junto a los demás huérfanos en Maiden con el tiempo conoció al Dr. Flint el cual la introdujo al circulo académico, con solo diez años Megan ya empezaba a acumular doctorados. Niña genio, lo escuchó con frecuencia, tenia algo que ofrecer, durante su vida había visto solo algunas pocas personas nacer y algunas otras personas morir, la novedad era extraña e innecesaria, solo importaba lo que se pudiera ofrecer a la colonia, existía la necesidad de ser útil, en caso de no serlo se enfrentaban cara a cara con un cruel ostracismo, y debía recluirse al exilio hasta aprender algo útil, por suerte todos peleaban por su lugar en el mundo en este lugar, todos excepto Megan, para ella fue fácil, siempre fue el foco de atención, la promesa de lo que lograría ser capaz de hacer. Todos desean tener algo de alguien, de mi quieren algo insubstancial. Halla abajo estaba su razón de ser, si no lo conseguía, todo abría sido en vano, no seria exiliada en ostracismo, pero toda su vida habría sido un sacrificio innecesario, banal e insignificante, y lo peor, sola. No se puede pedir mucho de una adulta que creció entre adultos, hasta ahora conocía gente de su edad, y mas específicamente, hombres de su edad, Marcus era el único que había conocido hasta ahora, pero era lo suficientemente amable e interesante por el momento, sí le gustaba un poco, y era algo tonto, no cuenta si te gusta el primer hombre contemporáneo con el que hablas, mucho menos si solo hablas de evitar un genocidio con el.

-Informando a toda la tripulación del Wolfgang, estamos iniciando descenso a la atmosfera de Selene. Era la primera vez que entraba a una atmosfera, ¿Cómo era un planeta? La tierra firme, el horizonte, los ríos, las montañas, todo seria nuevo allá abajo. Mientras descendían por los cielos se oían estruendos, Megan estaba asustada y emocionada a la vez.

-Esos ruidos son normales, ¿Verdad? Pregunto Megan.

-Solo cuando llueve, nuestros motores están fallando, nunca fueron arreglados para aterrizar. Dijo apáticamente el Mesero.

-¿Entonces que pasara con nosotros?

-Nos estrellaremos, pero estaremos bien, claro tomara tiempo volver a ponerla en orbita. Decía con desinterés el joven.

-¿Cómo lo sabes?

-Todos los meseros son cadetes de oficial, Doctora.

Megan llevaba la insignia de perito de alto grado académico, así que el titulo le sonó más a sarcasmo que a otra cosa. No sabia donde había visto antes al joven pero le parecía conocido Seguramente en el café.

-Oh, ahí viene la turbulencia.

Megan hizo un inmenso esfuerzo por mantenerse en su asiento, al segundo salto cayo, una silla la casi la golpea, todos los vasos se cayeron, igualmente los únicos gritos que se escuchaban eran los de ella, en algún instante alzo la mirada y vio hacia al joven, seguía parado ahí limpiando el mismo vaso, inmovible con la mirada hacia al frente y el ceño relajado, inexpresivo y sereno, todo a su alrededor se movía y el permanecía ahí como si nada, con su chaleco rojo y corbatín negro. Finalmente hubo un ultimo impacto, mucho mas caótico y severo que los anteriores, el pelo rojo de Megan cubria todo lo que podía ver, el impacto duro por otro instante, parecía una eternidad, finalmente la nave se detuvo, mientras trataba de entrar en sí y se revisaba por heridas, cayó en cuenta que el joven cadete seguía ahí limpiando el mismo vaso, con los ojos fijos a la ventana.

-Nunca había visto algo más bonito. Dijo el joven cadete mientras tenia sus ojos claros muy abiertos en estupefacción, cuando Megan logro ver a donde el miraba se encontró con una figura azul y de verde que se extendía tanto a lo largo como a lo ancho, el techo parecía no tener limites y al fondo la perspectiva indicaba que aun había mucho más por ver, ante ella a lo lejos un paraje de montañas llenas de vegetación azul, rodeadas por un gran pastizal muy alto, la luz del sol brillaba radiante, hacia ver los colores como nunca los había visto, y arriba de ella una cúpula interminable de cielo azul, parecía igual de infinito al espacio, pero no debía engañarse.

-Sí, hermoso. Asintió mientras intentaba ponerse en pie. Tenia su encanto, sí era sublime y hermoso, pero sintió miedo, mucho miedo, esta cosa llamada horizonte era más grande y tenebrosa de lo que creía.

viernes, 6 de abril de 2012

Chilly Willy




Su sombra le asusta un poco, en esta ocasión es mas grande y oscura que lo habitual, le muestra esa enfermiza forma de caminar que el posee. Al menos no se siente tan solo, al menos hay luz para hacer sombra, por lo menos ya esta cerca, cuando termine de hacer esto va a poder dormir en paz. Nunca fue su intención ser un escritor o poeta, estaba lejos de serlo y jamás se sintió así, lo que hacia lo hacia por conveniencia, según la situación, siempre en busca de calma que desde hace tres meses se veía forzado a recurrir dos veces al día, lo estaba consumiendo.

Good-bye, hope one day you can smile.

Y otra vez;

Good-bye, hope one day you can smile.

Una línea tras otra, debían quedar las palabras alineadas, como si fueran fotocopias, si algo salía mal, debía empezar desde el comienzo, otra vez repetir el proceso, hasta que todo quede en su lugar correcto.

Finalmente logra terminar, empapado en sudo, tranquilo y sereno, sin la más mínima pisca de miedo, yace sentado con los brazos caídos a los lados, jadeante con sed de aire, mira hacia arriba buscando a ver si de pronto mas cerca al cielo le es mas fácil respirar, con los ojos cerrados, tratando de moverse lo menos posible. Mientras una hermosa sensación se ocupa de él, el placer de recordar lo bueno sin añoranza, algo así como un rescate del pasado para dar esperanza: la ve sonriendo, con sus ojos grandes y pelo rojo y corto, grácil de cuerpo y afilada en facciones, cuando sonríe su nariz es como un botón, cuando no hace nada con la boca es como una lanza, cuando hace una trompa es como papita. En todo caso el la mordería en sus tres presentaciones, ¿solo tres? Consigue únicamente recordar fotos, lo que le recuerda el hecho que ella nunca se permite salir de otra manera.

A ratos se sentía inspirado, casi que obligado a escribir de ella, de llenarla de retos y victorias en un mundo distinto a este, hacerla llegar desde el punto donde esta a las cortes de los dioses demoniacos que atormentan el cosmos, desterrarlos de sus aposentos y traer paz a este complejo y diverso universo, hacer esto mientras a la vez se logra una metáfora del ser humano y todo lo que es capaz de crear, y de destruir también. Pero la conoce solo de unos días, parece que todo bien, el hablo y a ella pareció importarle, pareció opinar, a él le impresiona que ella parece ser… distinta, única. Saco sus mejores armas, se lleno de seguridad, pensó cada paso, cada palabra, cada gesto y postura, se salió de si mismo, trato de no complacer su deseo inmediato de que ella lo atendiera, de que ella lo quisiera, trato de atender lo que ella necesitara, sin parecer que él se esforzara. Fácilmente lo logro el primer día, el segundo lo culmino con dificultad, a la semana estaba exhausto, y lo peor estaba por venir, el ya no podía mas, mañana iba a convertirse de hombre lobo a cachorrito necesitado. No querida, eso no es bueno.

“Eres una de las nuestras” Pensaba para sí, como si pensando como si le conversara le ayudaría a decirle todo lo que ahora debe callar. En su momento le dirá que la ama, cuando sea cierto, cuando no espere nada a cambio por eso, cuando ella disfrute que él diga esas palabras, tan repetitivas, tan vacías, en su momento lo dirá con gracias, ahora diga lo que diga, debe decirlo correctamente, en el momento indicado, o estará solo.

“No, otra vez pensando en ti cerdo egoísta” se interrumpe fríamente, es por su bien, él lo sabe, duele un poco, pero se esta involucrando muy rápido, si en verdad no piensa en ella sino en lo que quiere que ella le produzca, estas semanas habrán sido en vano, y no solo el sufrirá por estar solo, la pobre Carla estará condenada a vagar sin ánimos otros cien años mas, o solo algunas semanas, mientras aparece alguien que lo haga bien.

¿En que piensa Carla? Una vez le había confesado algo, pero parecía tan incompleto, como si tuviera pena de decirle la verdad completa, como si se comiera partes. Pensaba como un queso, o como quien lo come, simplemente esta obligado a hacerlo, obligado a recibirlo, disfrutarlo varia de persona a persona, pero la cara que ponemos nunca miente, poco de su cara podía ver, pero sabia que ese discurso ocultaba algo. Si Carla tenia dudas debía aclararlas, nada peor que elegir presionado y dudoso, o con falta de información, en el caso particular de Carla el problema principal era la motivación, ya no le interesaba si la querían o no, para ella daba lo mismo que le dieran oro o la dejaran morir. Ese tipo de tristeza tan oscura era fácil de abusar, pero él no estaba ahí para eso, estaba ahí para dar su máximo esfuerzo de salir de sí, de en verdad ayudarla, y claro estaba lo otro, pero también seria más fácil así.

Solo quedaba escribir para no rayar con la desesperación. Escribir de otra cosa que no sea el ritual de la calma, escribir para el caos. Para su asombro resulto ser muy sencillo, las palabras fluían con un ritmo de tambores que dando estruendos te erizaban los pelos. El problema nunca fue de planear ni de realizar, el problema era siempre el de ir más allá: ¿lo leería alguna vez Carla? Preferiblemente no, por el momento, que sus sentimientos queden en evidencia es lo último que le conviene.

Así que con cuidado guarda las hojas de papel en un cajón cercano, lo cierra sin llaves sin candados, nadie lo abrirá, nadie más que él baja hasta allá. Se va tranquilo hasta el cuarto, a dormir en paz, sin luces ni sombras, con una sonrisa en la cara; ahí abajo alguien lo espera, y eso le llena.


viernes, 23 de diciembre de 2011

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Ciudad de México 23/dic/2011
(Estoy en México)

A mi aclamado publico.
(Sí les estoy hablando a ustedes 5 o tal vez 6 personas que leen esto).

Hola, ¿cómo están?

Les comunico que ultimamente he tenido la motivación de incursionar en un proyecto. Ya que al fin siento que encontrado el sentido de la vida debo decir al respecto que me parecio efimera e irrelevante, he sido finalmente capaz de logar buscar y disfrutar del sin sentido de la vida, por eso llevo un gorro de navidad (Joder que divertido), dado a esto se me ha despertado un interes critico descriptivo y soprendentemente estetico por la demonologia y como sea que se llame el estudio de los angeles (ver mi primer ensayo) y he decido plasmarlo esta vez no en un aburrido texto sino fusionarlo con un formato de dibujo (para no comprometerle y decirle "concepto") que en un pajaso mental descubri cuando estaba en mi ultimo año de bachillerato: Las lamparas. Sí, esas tiernas lamparas antropomorfas estan de vuelta, inspiradas en los diseños del día de los muertos en méxico, voy a dedicarme a hacer una serie de dibujos en tinta en cartón tamaño octavo sobre los 7 pecados capitales y sus demonios, no una visión actual, sino mi visión.
Debido a esto debo leer más del tema, tanto en teologío (mierda, en verdad voy a hacer eso) como demonologia, psicologia, antropologia y neurociencia, voy a subir los cuadros al blog en cuanto esten listo, pero el proceso de estudiar al respecto y realizarlos tomara tiempo, y no voy a subir nada más hasta que esten listos, para no dejarlos a medio terminar...

Puede tomar tiempo.
Pero les aseguro, les ayudara a no fumar nunca más en sus vidas.

No siendo más, les deseo a todos una feliz navidad, llena de familia y regalos, ya saben, lo que el señor afuera en la calle no tiene.

Esperandolos ver pronto:

Jose Carlos Vanegas
Estudiante de Medicina

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Cerca al suelo.

Nota del autor: Se que ya van dos notas que escribo sobre gente muerta, si no les gusta, pues, jodanse :)


Epitafio sobre la tumba de Molière: Aquí yace Molière, el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y de verdad, qué bien lo hace.”


Nunca se debería empezar un escrito por el titulo, las historias que llaman la atención suele empezar por el final, que suele ser difícil de comprender pero impactante, eso fue exactamente lo qué le paso a Jose cuando murió, cuando te moriste Jose (he preferido usar su nombre real, debido a la naturaleza del asunto). Por feo que suene preocuparnos por eso, nunca sabremos con exactitud que sentiste o pensante en tus últimos momentos, mi padre opina que fue algo así como una sensación de extrañeza acompañada de un “¿por qué?”, si fue así lo lamento mucho, lo que más temo es que te halla dolido, así halla sido un poco no más, la autopsia sugiere que fue muy poco lo que duro consiente después de los tiros a tus órganos vitales, y los testigos aseguran que no tuviste tiempo de reaccionar, considerando lo fácil que era soprenderte con amagues que era, creo que sentiste miedo, es un atrevimiento, ya sabes, yo me atrevo a decir todo.

Las circunstancias en las cuales aconteció el hecho nefasto que acabo con su vida se limitan a describir el suceso, tratando de evidenciar el patrón cronológico que llevo al resultado evidente, algo así como una genealogía, una cronología o una fisiopatología (“Fisiopatología del asesinato”, alguien debería escribir ese libro) y no con esto quiero sonar cínico o jugar a mi clásica personalidad que evade el dolor con sarcasmos y chistes a poéticos, creo que me encuentro en un estado de negociación con la muerte.

Verán la mortalidad en esta carrera es una variable sine qua non, parece un trabajador más del hospital, y puedo decir que a pesar de que esto nos tomo de sorpresa y fue inesperado, no hay argumentos validos para discutir el hecho de fondo: Esta muerto. Causa, motivo, proceso, edad, fecha del año, objetivos cumplidos de la check-list de la vida, esas son variables que en nada cambian el hecho. Cuando le toca a uno, quien sabe que pase, cuando le pasa al otro, se vuelve evidente que hay cierta apatía por el hecho, en diferentes grados, puede que no te importe el muerte per se (estaríamos los dos en duelo en tal caso) si no la persona en duelo; Lo difícil pasa cuando es a alguien con quien estamos apegados quien nos deja, enferma y muere, se accidenta y muere, es asesinado y... muere, y no nos afecta por esa tontería del miedo a la finitud a la vida, nos afecta porque de repente el mundo tiene una nausea, La Nausea, la tiene uno, y la tiene todo lo que uno siente a su alrededor: ese perro, es nausea, esa silla es nausea, mi novia es nausea, tu amigo es nausea; lo único que se quedan sin ese sabor son los recuerdos que tenemos del muerto, parecen completos, parecen mas brillantes y vividos que antes, parecen en mas cantidad, parecen insuficientes y muy distantes o lejanos, como un recuerdo vivo de que los tiempos mejores han terminado y no volverán, como si la vida que se vivió fuera en ese momento la hubiésemos estado viviendo como si fuera la vida de otro, como una película, la dejamos pasar sin intensidad, sin caer en cuenta de. ¿O es esto solo una percepción depresiva del duelo? porque además de nauseoso, el mundo se vuelve lento y vacío, algo más frío y oscuro.

Es cierto, sentí ira, sentí odio, tomo un rato caer en cuenta que la venganza no llenaría el vació que sentía, tomo aun mas tiempo admitir que eso era cierto más allá de la frase de cajón que representa. Es cierto, al principio parecía todo un montaje. Es cierto, busque un culpable, busque razones (tal vez las hallamos encontrado, igual ¿qué importa eso ahora?). Es cierto, tuve llanto fácil, tuve anhedonia, apatía, abulia, tuve dolor, tuve sueño y tuve insomnio, no comí, es cierto, todo eso es cierto. No es cierto que lo halla aceptado, no es cierto que solo estoy triste por momentos, pero si quiero mejorar al respecto, como también mostrarle mis respetos. Llegué a querer creer, para bien o para mal, nunca llegue a creer que creía, seria mas fácil pensar que lo volveré a ver, en un lugar mejor, seria mas fácil pensar que el no se pierde de nuestras vidas, que sigue ahí viendo lo que se perdio, sin angustias ni remordimientos, en paz plena, sin dolor ni deseos, iluminado por sabidurías más allá de nuestra comprensión, Jose se ha vuelto omnipresente y nos sonríe mientras nos espera. Pero ¿qué importa si me abres las puertas después de muerto, o me encuentro con el gran vació de la nada, incapaz de percibir su presencia, de experimentar cualquier cosa?, ahí estuviste tu, así empezó:

Empezó como algo esporádico, ¿te di por sentado? sí, pero no fui el único. Veíamos Dragon Ball, jugábamos con el perro, aprendimos a montar en patines, usábamos fuegos artificiales improvisados, una habilidad que no he perdido pero últimamente no he practicado, me pregunto si aún la tengo; todas esas cosas de niños. Ah sí, casi olvido, la caja, fue una de las cosas mas divertidas que he hecho, mi niñez no hubiese sido la misma, justamente ayer veía como la alcaldía hacia una urna para abrir en 100 años, las de ellos tienen de todo adentro y de todo para conservarlo, la nuestra era una caja de zapatos con dibujos, algunos juguetes de promoción de gaseosa e instrucciones para armar juguetes de fuego con una chapa de coca-cola, no era necesario, recuerdo el método a la perfección.

Se volvió la adolescencia, los juegos de Play Station, las dudas sobre mujeres, amor y sexo. Se volvieron cervezas y mango en el patio de la casa de la abuela, de ganarle a los de Bastidas en Street Fighter, de cuidar la caja registradora, de ese tipo de cosas.

¿Y por qué fue que no envejecimos? La gente tiene varias teorías, algunas redondean el asunto: Creciste en el lugar equivocado, y por ende era fácil que enojaras a la persona equivocada. Aunque eso suena correcto, yo opto por una aun mas simple, simplemente te apagaste, en un instante.

¡Pero no termina ahí! No, ¡qué historia más emocionante!, sea que tu conciencia siga existiendo de alguna manera o no, la gente marcho en tu nombre, con dolor pero sin irá, cosa que no se ve en Santa Marta, eran centenares de personas, quien saben cuantos de recordaran al rato, qué importa, tu vida valia mucho más de lo que el que te hizo eso quería creer, tu vida fue manifiesto de una vida feliz, plena y equilibrada, una vida que varios envidiarían y muchos admirarían, la tendrán como modelo, se la querrán trasmitir a sus hijos, no sabes como, pero haz ayudado a mover los duros y complejos engranes del cambio, solo me queda la duda ¿qué hubieses logrado vivo? Tal vez escriba de ti, seguramente te volverás un personaje recurrente en varias de mis historias, superando desventuras, inmortalizado como idea, como héroe (los mártires no me convencen mucho) como personaje, por eso me negué a ver las fotos de periódicos amarillistas tan típicos y mal redactados de la costa, no necesitaba confirmar que estabas muerto, no quería recordarte con tu tono muscular perdido, livideses cadavéricas y heridas de armas de fuego, preferí las fotos de la marcha, las fotos de perfil de tu Facebook, era mejor recordarte como una idea, las ideas están vivas, ese era tu estilo, “Haz el Taz”. Pero ya es hora de separarnos por completo, me seguirá doliendo, se queda como un aguijón, pero necesito que me deje caminar, entonces, es duro, pero ahí va:

Por el tiempo que pasamos juntos: Gracias.

Por el tiempo que nos queda separados: Adiós.

Pronto te iré a visitar, allá, cerca al suelo.


jueves, 6 de octubre de 2011

Good Job

Q.E.P.D.

Steve Jobs era carismático, un gurú, seductor de masas, prometia fantasías y luego las hacia realidad, cautivaba nuestra atención, nos emocionaba, con solo escucharlo nos sentíamos felices (claro, lo suficiente como para comprar sus productos), cambio el mundo, nuestra percepción de lo que es estético en un dispositivo, lo que el dispositivo debe hacer y de que manera debe ser útil, o puede que no halla cambiado nada, puede que solo se diera cuenta lo que necesitábamos y encontró de manera creativa una solución estética para una necesidad que creíamos inexistente: Nuestro estilo de vida y su relación con nuestras maquinas.

Pocas veces alguien del sector privado es tan querido como lo fue Jobs, ni siquiera artistas ni científicos llegan a este punto, solo algunos líderes políticos, Jobs muere hecho mito, hecho un santo para unos y genio para los demás. Esto se evidencia cuando un montón de gente al rededor del mundo que nunca lo conoció personalmente, lamenta afligida su partida, incluso yo, que en estos momentos me gustaría que existiera el cielo, para que Jobs estuviera ahí.

lunes, 12 de septiembre de 2011

El arte de comer toronjas





"Del cielo no llueven toronjas."


El arte de comer toranjas consiste mi amada Laurita

En coger una fruta redonda y rechoncha

Que disque no engorda

Partirla con fuerza con un cuchillazo de manera axial

Ponerla en un plato...

¿Y crees que ya? no apenas comienza, sacar las semillas, no probar esos amargos septos

Y jamas, jamas salpicar.

Porque pierdes de lo poco que vas comer lo que te va a hacer llenar, para que no te duela Cuando te vacías la barriga en el día en que murió tu abuela cuando todavía tienes las Huevas para salir a pelear con los demás:

Cuando vallas y te sientes solita Laurita a esperar poder ver el viento pasar entre las Personas de la calle, comiendo sin embadurnase la media toronja que ti.

Como extraño comer contigo

Sentarme a matar parasitos en tu mesa

Verte cocinarlos con las especias más simples, a mi solo me importa verte,

Si vos me ves o no, lo mismo da, mañana comeré toronja, pasado también,

Lo mismo que ayer y todo el mes que viene

Y siempre te guardo la mitad

Es que una es mucha.

Y no puedo comer mas

si me lleno ni existo

Ni me ve la niña pajarito

Bicho raro ese

Esa cosita agonizante llena de hambre

Más vieja en sus veintes que su madre con sus calambres

Qué te mira con esos ojitos indecentes

pidiendo lastima

Como un ave desplumada que ya no puede volar

Pidiendo que le regales un tíquete directo a Madagascar

Todo rima con Madagascar mi vida

Comer, soñar, cagar, ensuciar.

En serio que todo rima con Madagascar

Menos toronja mi vida.

Ni Valentina ni Paz riman con toronja

Mi vida

No te tomes a pecho eso de mi vida

No te vallas morir pensado que sin ti no puedo vivir

Déjame aquí solo

Vos ve a ser feliz

Que como ya te dije, tengo bastantes toronjas

Y me soy experto en comermelas bien.

¡Andaté!, ¿qué esperás?

Vil infeliz

Lo único que me molesta

Es que no seas feliz

No me mires

Pero sonríe al perro

No todo mundo tiene toronjas allá fuera para comer

Ven yo te doy una

Dame uno de tus poquitos

De tus besitos de pajarito

De esos labios chiquitos

Esos que parecen que te mueres cuando los das

Uno de esos y Chao

Tu toronja gratis

Le metes la cuchara por el lado

Bien al fondo y la giras hacia afuera

Luego levantas, como una palanca

Y ya está

Tu toronja

Mas insípida que una naranja

Todo lo demás en la vida querida

Lo dejas seguir

No lo podes controlar

Déjate llevar

No te culpes más

Si no me quieres da igual

Eso mismo niña

Es el arte de comer toronjas.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Estas claro moreno o Sobre un amig




Jorge Rueda of Earth, you want it all, you belong to agent orange.


Sin saber por donde empezar, Jorge estaba lleno de esperanza, observador humilde de los caminos del destino (la física, la biología, la fisiología, la química, la neurociencia... la sociología) Jorge era la metafísica en persona.

Un día se parecía a Charly, y le dieron ganas de justificarse, cómico suceso en realidad (lector debiste haber estado ahí para disfrutarlo) pero que al final me dejó un sin sabor en la boca, la idea persistente de: “Ya no nos queda tiempo para adelantar”, de intuir que tan corto esta el cordón de la vida dentro de la bola de lo incontrolable. Joder Jorge, ambas por jota, Joder, en verdad ruedas, como un tambor de revolver, una ruleta rusa que apunta a tus piernas, respeta tu cabeza, que nunca dispara, de balas de goma... de ositos de goma.

A Jorge en mi cabeza le digo: “El flaco”, Slim Shady, un gato, un buen tipo al final, buen muchacho, inteligente, no tanto como esperas que sea los primeros veinte a treinta minutos pero sí inteligente, hay algo ñoño en el, como en todos nosotros, hay algo que no te deja confiar del todo en el, puede que sea que no le gusta jugar a incondicional, que siempre muestra su prioridad y no entra en discusión, aunque siempre me gusto, como se convecía a sí mismo de que trataba de hacer lo mejor para todos.

Lo conocí en un bus, tomo tiempo recordar eso.

No es importante. Presiento malas primeras impresiones, hacia mi es común, y de la manera contraria también: en esa época, aún más que ahora, subestimar a las personas era lo diario, no entiendo porque en algún momento creo que son algo más.

Sí, sí, sí; Jorge me agradaba. Todavía lo hace.

Se me hace chistosa su prudencia a al hablar, solo en cuanto a que tanto habla, no siempre a que dice, aunque convence a todos (los otros) que lo hace, de como va cogiendo confianza, me gusta como hace ver como si todo le fuera tan natural. Me fastidia su filantropía, que le de monedas a los pobres, que se sienta en el deber de ayudar, también a sus papás. Lo que más me gusta, nuestra única similitud, es su egosintonía, y como es capaz de expresarla sin temor conmigo.

Gracias Jorge, me gusta hablar con usted de las cosas de las que no me siento culpable. Eso es lo que hace un amigo, en las buenas y las malas, no se le puede pedir más. Todo lo demás en usted me da igual, como siempre, no es una opinión, mucho menos una aseveración, solo yo haciendo lo que se me da la gana.